Se cumplen cien años de la Teoría de la Relatividad formulada por Albert Einstein y no podíamos dejar pasar la oportunidad de conmemorarlo intentando explicar brevemente en qué consiste. ¿Estáis preparados? ¡Vamos allá!
Albert Einstein ya había lanzado un avance en 1905, en el que indicaba que el movimiento de un cuerpo puede condicionar su percepción del espacio recorrido y del tiempo transcurrido. Dicho así, parece complicado, pero vamos a intentar poner un ejemplo sencillo. Imagínate que vas en el vagón de un tren y estás de pié y parado. El tren se pone en marcha y para un observador exterior, tu te mueves a la misma velocidad que el vagón. Pero, imagina que hay un amigo tuyo que está al otro lado del vagón y comienza a caminar hacia ti. El observador exterior verá que tu amigo va avanzando hacia ti y que tarda un tiempo en hacerlo, mayor del que tu ves que tarda en llegar a ti. Raro, ¿verdad?
Esta es la diferencia de percepción entre un observador externo y tú. El tiempo es relativo. Para el que está fuera, tu amigo va más rápido que el tren. Es decir, tu amigo va más rápido que tú. Por tanto, tu amigo ha recorrido más espacio en menos tiempo. Ahora, imagínate que las velocidades las aumentamos mucho, que tu amigo es capaz de caminar hacia ti como si fuera un bólido de carreras y el tren también se mueve a esa velocidad. Para ti, tu amigo tardaría muy poco tiempo en pillarte, pero para el que está fuera mirando, vería que tu amigo tarda más tiempo en alcanzarte que antes. Si seguimos subiendo la velocidad, llegaría un momento en el que el tiempo sería infinito.
¿Qué quiere decir esto? Hay una velocidad que nada ni nadie podrá superar nunca y esa es la velocidad de la luz. La luz viaja por el espacio a 300.000 Km/seg y no hay nada más rápido que ella. Así, si nuestro tren viajase a esa velocidad, por mucho que nuestro amigo fuese rápido dentro del vagón, nunca alcanzaría ese valor de velocidad, por lo que nunca nos pillaría.
Ya sabemos que espacio y tiempo están relacionados estrechamente. Pero, Einstein llegó más lejos. Diez años después, puso las bases de un espacio deformable por la presencia de materia más pesada. ¿Qué quiere decir esto? En otras ocasiones hemos hablado del efecto de la gravedad de la Tierra sobre nuestros cuerpos. Ella es la "culpable" de que nos caigamos y que, por más que saltemos, siempre acabemos con los pies en el suelo. Ahora, pensad en los paracaidistas que se tiran desde un avión a gran altura. Durante gran parte del trayecto de su caída ellos están "flotando" en el aire, con una sensación de ligereza total, como si no pesaran nada. Eso se llama, sensación de ingravidez, como la que sienten los astronautas en el espacio exterior.
Basándose en esto, Einstein pensó que, entonces, el efecto de la gravedad sobre la superficie terrestre también se podría simular en el espacio exterior, acelerando la nave de tal modo que alcanzase una velocidad tal que provocase el efecto de esa gravedad. Interesante, ¿no? Es entonces cuando vemos que la gravedad y la aceleración de un cuerpo están provocados por lo mismo. Cuando el cuerpo que provoca este fenómeno posee una masa inmensamente grande, mayor será el efecto sobre todos aquellos objetos que se acerquen, provocando su acercamiento por efecto de la gravedad. O, lo que es lo mismo, deformando el espacio que tiene que recorrer el objeto hasta él. Y, si deforma el espacio, ¿por qué no va a deformar el tiempo, si ya dijimos antes que ambos están relacionados?
La importancia de esta Teoría de la Relatividad es tal que, gracias a ella, se han podido establecer otras teorías sobre el comportamiento de los agujeros negros en el espacio, sobre el comportamiento atómico, sobre los viajes en el tiempo... Pero, estos serán otros temas que hablaremos en otras ocasiones.