viernes, 27 de mayo de 2016

¿Qué son las tormentas solares?

Hace poco, vimos una película en la televisión titulada "Señales del futuro" que nos hizo recordar lo que significa una "tormenta solar". ¿Qué tiene que ver el título de la peli con el Sol? Tan sólo el final.


En dicha película se establece el final del mundo que conocemos mediante una gran erupción solar que es capaz de arrasar nuestro planeta (imaginaos dónde habrán ido a parar Mercurio y Venus) y no podemos hacer nada. Tranquilos, que eso no va a pasar, es sólo ciencia ficción.

Pero lo que si ocurre son esos fenómenos conocidos como "tormentas solares" y lo hacen con más frecuencia de la que creemos. Corresponden con períodos de actividad del Sol en los que se acumulan grandes campos magnéticos sobre sus manchas solares, provocando superllamaradas. De esta forma, se lanzarían al exterior de la superficie solar una cantidad inmensa de partículas y se transmitiría por el espacio vacío una gran cantidad de energía.

Si habéis visto alguna fotografía del Sol con sus manchas, como la que os mostramos aquí, las zonas más oscuras son a las que nos referimos.

Manchas solares en la superficie
Algunas de esas manchas ampliadas
Por ahora, la mayor erupción solar detectada ha sido conocida como "Efecto Carrington", en honor a su descubridor, y en la que una de las manchas oscuras que el Sol posee sobre su superficie se iluminó brillantemente y lanzó una gran llamarada al exterior. Las consecuencias fueron importantes sobre nuestro planeta, ya que se detectaron auroras boreales en zonas tan alejadas del polo norte como Cuba o las islas Hawaii, al igual que se pudieron analizar daños en la capa de ozono sobre los glaciares de Groenlandia.

Hay que darse cuenta que en una estrella de las dimensiones del Sol, cuyo material de formación se encuentra en constante combustión (¡es aún una estrella jóven!), posee un campo magnético medio que es aproximadamente el doble al de la Tierra. Pero hay ciertas zonas llamadas "regiones activas" en las que el campo magnético puede llegar a valer 4000 veces el valor medio del propio Sol. Estas son las manchas solares, y en ellas se registran una serie de tormentas que provocan erupciones y, por tanto, emisiones al exterior de enormes lenguas de plasma solar (material fundido que forma la superficie solar) que provocarían alteraciones geomagnéticas en la Tierra. ¿En qué consiste esto?

Como hemos mencionado antes, nuestro planeta posee un campo magnético que podría verse modificado ligeramente si se ve alcanzado por la emisión solar y su enorme energía electromagnética. Cuanto más intenso sea lo que llega hasta nosotros, esto haría que, por ejemplo, las auroras boreales se pudieran ver en zonas más alejadas del polo norte (¡a lo mejor hasta podríamos ver una en España!).

Ni que decir tiene que nuestros sistemas de comunicación quedarían, probablemente, bastante afectados. Daros cuenta que la inmensa mayoría de nuestras actuales comunicaciones van por vía satélite. Una exposición a fuertes radiaciones magnéticas serían capaces de dejarnos aislados y podría provocar una situación de caos que podría durar bastante en el tiempo hasta que se pudiera reponer todo lo averiado, sobre todo en el mundo actual que vivimos tan dependientes de la tecnología. Eso sería, de momento, lo más grave que nos podría pasar, pero el planeta seguiría adelante y la vida que alberga.

Hagamos unos sencillos cálculos:

Distancia del Sol a la Tierra: 149.600.000 Km
Velocidad de la luz: 300.000 Km/sg
Tiempo: 498.7 sg = 8.3 min

Este sería el tiempo medio en el que la radiación emitida por una de esas superllamaradas tardaría en llegar a la superficie terrestre (la radiación no podría viajar a más velocidad que la de la propia luz del Sol), aunque el resto de partículas tardarían algo más.

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