Seguro que sabéis muchos de los beneficios que nos aporta la vegetación en general, pero hay uno que destaca entre todos y que, sin ello, no existiría la vida como la conocemos. A través de la Fotosíntesis, las plantas absorben dióxido de carbono (CO2) y con la acción de la luz solar se obtiene el alimento para la propia planta y expulsa oxígeno (O2) al aire. ¡Ahí está nuestro mayor beneficio!
Pero fijaos que, para que esa reacción química suceda, hace falta energía que la proporciona nuestro astro favorito: el Sol. ¿Qué obtenemos a cambio? La fuente principal por la que podemos seguir respirando todos los seres vivos del planeta. Pero no sólo podemos obtener eso.
Como antes hemos dicho, las plantas obtienen otros productos, algunos necesarios para su propia alimentación. Pero, ¿imagináis qué sucedería si fuésemos capaces de poder controlar esa formación de productos? Seriamos capaces de producir compuestos que serían la base para la formación de materiales como antibióticos o pinturas. Y, para ello, nos hace falta una buena dosis de energía que sea capaz de poner en marcha las reacciones químicas necesarias. A nivel global, el proceso de la fotosíntesis necesita de unos 100 Terawatios (¡¡100 billones de watios!!).
Pues en la Universidad de California han desarrollado un sistema de simulación de fotosíntesis, mediante la que capturan energía solar y la hacen llegar a unas bacterias que se encargan de producir las sustancias que andamos buscando. Es un ejemplo más de cómo podemos aprovechar algo que sucede de manera natural para obtener materiales de manera controlada, sin tener de esquilmar recursos naturales que estén en peligro de extinción por la explotación humana.
Como antes hemos dicho, las plantas obtienen otros productos, algunos necesarios para su propia alimentación. Pero, ¿imagináis qué sucedería si fuésemos capaces de poder controlar esa formación de productos? Seriamos capaces de producir compuestos que serían la base para la formación de materiales como antibióticos o pinturas. Y, para ello, nos hace falta una buena dosis de energía que sea capaz de poner en marcha las reacciones químicas necesarias. A nivel global, el proceso de la fotosíntesis necesita de unos 100 Terawatios (¡¡100 billones de watios!!).
Pues en la Universidad de California han desarrollado un sistema de simulación de fotosíntesis, mediante la que capturan energía solar y la hacen llegar a unas bacterias que se encargan de producir las sustancias que andamos buscando. Es un ejemplo más de cómo podemos aprovechar algo que sucede de manera natural para obtener materiales de manera controlada, sin tener de esquilmar recursos naturales que estén en peligro de extinción por la explotación humana.
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